Hoy te he visto por última vez. Estaba nerviosa y no sabía muy bien que ponerme. Me he puesto aquellos pantalones que me compraste en la playa de La Colonia de St Jordi. Tu todavía estabas bien, una chica vendía ropa y vimos que había una chica que se los estaba probando. Eran tan bonitos, dijiste... Que cuando a la chica no le convencieron enseguida nos acercamos, yo me los probé y tú me dijiste que me los regalabas. Y de eso han pasado ya más de 10 años. Hoy están algo viejos pero aun tienen esos colores tan vibrantes como cuando eran nuevos.
Y he recorrido palma para llegar a son serra, pasando por sa riera. Me acordé de cuando allí ponían la feria, veía la noria desde tu casa.... Y me reí al recordar que te gustaba montar en el simulador, era algo que te pegaba tan poco, ¡¡pero te encantaba!!
También pasé por la pastelería en la que no hace mucho te compré un doblegat. Sabía que te gustaban y que añorabas comer uno. Y cogí solo uno. De cabello de ángel, solo para ti.
Hoy comimos todos, y luego pusimos una videollamada con mi hermana. Hablamos de las palabras que te queríamos dedicar hoy y nos hicimos compañía.
Y la hora llegó. Y ahí estabas tú. Con ese vestido que tan bien te queda que te escogió mi hermana en punt roma. Tan peinada, tan bien pintadita. Ay abuela, qué guapa. Como a ti te gusta. Vinieron Loida, Sandra y Evelyn. Sandra nos preguntó por tus uñas. Con el ajetreo no nos habíamos fijado. Nos contó que ese mismo día - cuando partiste - tú le pediste que querías que te pintase corazoncitos en las uñas. Y los fuimos a ver. Unas uñas a juego con tu vestido. Con un corazón lila y un cardiograma. Curioso ya que falleciste de un paro cardíaco. Pero tu corazón sigue latiendo, abuela. Late dentro del nuestro. Late en el cielo. Me da paz saber dónde estás, pero tengo un hueco en el corazón del tamaño de tu alma. Poco a poco espero rehacerme de tu pérdida, pero eso no implica que me deshaga de ti. Te pienso seguir contando todo, porque siempre estás y estarás en mi. Parte de mi sangre es tuya. Lo único que te debo es una sonrisa. Porque sé que tu odiabas verme llorar. Que me quieres feliz. Y en cierta manera lo estoy, aunque llore, porque sé que tú estás mejor que nunca. Que no sufres, y estás en el cielo. Y que un día nos reencontraremos. Te quiero❤️
No hay comentarios:
Publicar un comentario