domingo, 17 de enero de 2016

The sun is the same in a relative way, but you're older.

Tic Tac Tic Tac Tic Tac... y tal.
Un sonido intermitente y repetitivo, infinito. 
Tic Tac, el segundero del reloj, recordándome los segundos, los minutos, las horas, días, semanas, meses y años. Los que fueron, los que son, los que vendrán. Los que recuerdo, los que olvidé. Los que saboreo, los que se me escapan. Los que calculo, los que dejo pasar. Los que programo, los que vivo, los que duermo, los que sueño.
Tic Tac, los latidos de mi corazón, recordándome la vida, mi vida, con mis emociones y sentimientos. Mis alegrías, mis penas, mis miedos, mis ansiedades, mis expectativas, mis ilusiones, mis amores, mis caídas, mis obsesiones. Mis veinticuatro años, tres meses y veintisiete días desde que empezó a funcionar (con una prórroga de unos cuantos meses extra desde que se formó aún dentro de mi progenitora).
Y este Tic Tac de fondo, que me recuerda que estoy viva, que aún no está todo perdido, que hay tiempo de sobra para ser feliz, hoy lo oigo un poco menos. Su sonido se pierde detrás del sonido de las teclas al escribir, detrás de los gritos de mis pensamientos, detrás de los sollozos de mis hormonas, detrás de las voces de mis fantasmas y detrás de los susurros de los monstruos que viven debajo de mi cama.
Si, hoy es un día que ha resultado ser triste. Pero yo lo acepto tal y como ha venido. Mañana será otro día y hoy será ayer. Lo meteré en el cajón junto con mi colección de días tristes y le pondré fecha de día 17 de enero de 2016. Como dato curioso me estoy dando cuenta de que mañana es el Blue Monday... y yo se ve que lo he anticipado un día. O no... porque en algún lugar del planeta ahora mismo es lunes.

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