Quiero dedicar esta entrada a cierta persona, que estoy segura que nunca dará con este blog. No obstante no es plan de poner nombres, así que Equis, esto va para ti.
Verás, aunque nos conocemos hace relativamente bastante tiempo, básicamente te he odiado, no por nada que me hicieras a mí, sino por lo que le hiciste a otras personas -unas cercanas, y otras no tanto- a las que heriste. Siento que esta última vez que hemos vuelto a coincidir no me haya comportado del todo bien, pero teniendo en cuenta de que eres/has sido un cabrón, es del todo comprensible -aunque no justificable- mi comportamiento.
Ahora me arrepiento de haber pensado tan mal de ti. Porque has cambiado. Lo noto en tu cara, lo noto en tus ojos, lo noto en tu lenguaje, lo noto en tu forma de caminar. No es por fardar, pero creo que tengo muy buen ojo para estas cosas.
Me arrepiento, porque si bien pienso que todo el mundo cambia, nunca creí que tú pudieras hacerlo.
Porque todo el mundo tiene derecho a que crean en ellos, aunque mientan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario