No puedo consolarme en nada más que en la idea de que un día al fin pueda renacer de mis propias cenizas... como un ave fénix.
Que aunque he tenido buenos momentos, cuando se van... siempre queda la amargura que he intentado ir tapando... Que el verdadero problema nunca se ha llegado a solucionar aunque lo he podido enviar a lo más lejano en determinadas ocasiones, desviando mi atención hacia otras cosas.
Que no lo mire, no significa que no exista... y en las épocas en las que estoy más sensible siempre sale a la luz. Y duele. Sé que debería haberlo solucionado hace muchos, muchos años... pero si no lo he hecho, en parte es porque creo que no tiene solución, y que desde el momento en que surgió yo ya no volveré a ser la misma nunca más.
He vivido con ello tanto tiempo...que no me resulta para nada extraño.
y dime, ¿quién va a querer a alguien con tantos problemas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario