Ese vacío existencial que nace al acabar un buen libro. Durante un período de tiempo de tu vida has sido otra persona y te has visto envuelto de otra realidad, en ocasiones tan distinta a la tuya...
Un buen libro es aquél que te hace sentirte identificado, como un elemento más de la historia, reaccionando ante los sucesos de los personajes con empatía, llorando, riendo, enfadándote. Es aquél que te obsesiona, convirtiéndote casi en un adicto a su lectura, pero a la vez te provoca la sensación de agonía por no querer que acabe.
Esos sentimientos tan paradójicos son sencillos de entender: no queremos que algo bueno acabe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario