miércoles, 27 de julio de 2022

Para tanto nunca estoy preparada.

Fantaseamos, porque ahí fuera
la realidad nos desespera, no tolera y hace daño.

 

 Inspiro. Respiro. ¿Suspiro?. Puede, quizás. ¿Las razones? : Tantas y a la vez tan pocas.  

Emo-cional. Aquí una que es muy dark pero que cuando flipa, lo hace en technicolor. Como esos dibujos que descansan en un bloc A3 llamado Art-Ricó.

Soy consciente que la vida son diferentes matices de grises, pero yo soy blanco y negro a la vez. Es como vivir una paradoja de Schrödinger permanentemente. Muero y resucito casi todos los días, porque la verdad es que algunos solo muero, y pocos son los que vivo. Que soy una reina de picas que regalaría todo su reino a cambio de sentir menos. 

Pero lo que he llorado de pena, lo he llorado de alegría. Que cuando estoy bien, estoy demasiado bien, tanto que puedo llegar a contagiar. Que sí, que tengo mucho drama pero también me encanta dramatizar y me lo paso bien con ello. Que disfruto con hacer reír a los que me rodean aunque sea diciendo barbaridad tras otra. Que cuando he amado lo hago intensamente (aunque generalmente con autoboicot por parte de mis inseguridades as always). Que en un mismo día he llorado a lágrima viva del miedo y en cuestión de segundos le he dado una patada y he salido hacia adelante. 

Que soy insoportable cuando estoy mal, lo sé, porque aquí una que convive 24/7 consigo misma. También impredecible. Para lo bueno y para lo malo. Y releo las entradas de este blog y me llevo las manos a la cabeza. He sido capaz de filosofar y crear textos muy complejos y todo ello cuando era bastante más joven que ahora. También he sido muuuuuuuy intensita con entradas de blog que atufan a dramita de (des)amor y a baja autoestima así por todo lo alto. Porque no olvido que yo aquí empecé a escribir cuando alguien a quien yo quería mucho me dijo que no me correspondía. Y el chico en cuestión es majo, no le guardo nada de rencor. Pero sí que me salvó de seguir en una relación nada sana en la que yo iba acompañada de dependencia, miedos e inseguridades. Y caí en una espiral de hundimiento hasta tocar fondo, pero de ahí salí. Como de tantas otras cosas.

-Salí de que mi primer amor de adolescencia me tuviera 4 años en benching y breadcrumbing y luego viniera a visitarme el dia de mi 26º cumpleaños a marearme como siempre.

-Salí de sufrir bullying en el colegio, instituto y primer año de universidad. 

-Salí de pesar 45kg y estar a punto de ser ingresada.

-Salí de aguantar a alguien que me vejaba y se aprovechaba de que yo siendo más inocente que él necesitaba sentir que le importaba a alguien, llegando a caer tan bajo que soportaba lo que fuera solo con tener a alguien que me abrazara y besara.  

-Salí de un trabajo en el que no me sentía valorada y en el que me habían hecho demasiadas promesas que no se cumplían.

-Salí de una relación que estuvo a punto de convertirse en un matrimonio con alguien que me hacía vivir en un estado permanente de alerta, con miedo a las discusiones, con miedo al futuro y con miedo a ser yo misma. Esta misma relación ha hecho que yo aún todavía hoy sea incapaz de pensar en decirle esas dos palabras que empiezan una con T y otra con Q a alguien en el sentido amoroso, porque quedaron mancilladas en esa dinámica tóxica.

-Salí de perder amistades a las que yo estaba ya cansada de perseguir.

-Salí de que una de mis personas favoritas en este mundo se fuera para siempre (t'enyor molt, abuela).

-Salí de ver que en mi familia, matrimonios estables de mi alrededor se deshacían conflictivamente.

Salí de todo eso y I'm still alive. Y seguro que de muchas más cosas, y otras en las que estoy trabajando aún.

Y debería tratarme un poquito mejor por todas las cosas grandes y pequeñas que he podido lograr. Pero aquí una que es tonta a días y también tiene días intensamente tontos. Y este blog es un pequeño extracto. De mis subidas y bajadas, aunque hay más entradas sobre mis bajadas porque los días que una no lo pasa bien tiende a desahogarse, me siento mejor después de pasarme por aquí. En cuanto a los momentos buenos, los disfruto y no los escribo: shhh... no quiero interrumpirlos. 

Quizá de eso se trate ¿no?. De destruirme y desconstruirme, de derribarme y alzarme, de reimaginarme y reinventarme. Y sigo andando, en esta agitada aventura de aprender a ser amiga de mi peor enemiga.



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario