martes, 21 de marzo de 2023

Rage and Love.

 The story of my life.

¿Cuándo podré dejar de orbitar? ¿Cuándo me atreveré a dar el paso y poner fin bucle? ¿Cuándo daré paso al tiempo de vivir y dejar morir? ¿Cuándo podré devolver la mirada a mi reflejo en el espejo? ¿Cuándo podré soltar y avanzar? ¿Cuándo podré ser libre? Caí presa dentro de mí, dentro muy dentro de mí...

El día qué me perdone, el día que de un pequeño paso y empiece a quererme, el día en que me elija, el día en que pueda poner y ponerme límites, el día en que me empiece a cuidar porque soy la única a quien tengo. Ese día podría ser un punto de inflexión. Y solo a partir de entonces quizá alguien podrá también querer a esta (de momento) peliazul de metro setenta y tres que es penumbra y arcoíris, fuego y naïve. Establemente inestable, con el Big Bang dentro y los pájaros de la jungla de su cabeza volando bien alto. 

La reina de picas que aspiraba a ser puro corazón pero la vida se encargó de girarlo, tintarlo de negro y convertirlo en un arma. Una bomba de relojería que he dejado en muy malas manos durante el recorrido de mi existencia. Y las peores manos fueron las propias.... lo transformaron en una granada. 

He intentado ser una rebelde y una santa. Intenté ser la sal de la tierra y lo que sí he sido es peligrosa y pelirrosa. Una Whatsername en toda regla, que causa impacto inicial pero de la cual nadie se acuerda después o la prefiere olvidar. Alguien con quien bailas un rato y te vas.

La vida me queda grande desde hace mucho tiempo. Pero sigo aquí, intentándolo muy fuerte, enseñando los dientes y rugiendo como grito de guerra. Esperando al cambio, pero en el camino de cambiar y transformarme en otra versión de mi que me haga menos daño.

#ReflexionesEnUnDíaMuyConfusoQueVaAUnaVelocidadDe0,5.

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