De todas las cosas de las que me alejé. Y de los sueños de los cuales me desprendí.
De las ilusiones que enterré. Y de los futuros que renuncié.
De los espejos que rompí. Y de las veces en las que me odié.
De los caminos que me vi obligada a recorrer. Y de las caídas que experimenté.
De las bienvenidas que me arrepentí. Y de las despedidas en las que me hundí.
De las heridas que experimenté. Y del dolor de cuando cicatricé.
De todo lo que no fui, lo que no fue, lo que podría no haber sido.
Y de todo lo que aprendí, a las buenas, malas y peores.
De la barrera que me bloquea, y de quien me autosabotea.
De los ojos que un día quisieron cerrarse para siempre.
Y del corazón que luchó por latir.
Una parte de mi alma que busca encontrar las ganas de vivir. Esa ha sido, la que al final de todo, miró a la cara a la parca y le dijo "aquí mando yo".