Tantos sueños, y tan poco tiempo para poder cumplirlos.
Ganas de desviarte de tu camino. De desconectar de todo. De abandonar tu TV en blanco y negro, tomarte un tripi y flipar en technicolor. Saltar la línea que divide el bien y el mal y arriesgarte descubriendo tus límites.
Sólo hay algo que te impide hacer ese pequeño break que tanto necesita tu aburrida vida: Que te guste más de lo que pretendes y no puedas volver a tu triste camino.
Tu triste camino, el que te lleva a una meta demasiado valiosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario