Una vez más, lo vuelvo a hacer. Una vez más, he vuelto a medioanteponer (en mi defensa diré que todo es involuntario) mis obsesiones a tí. Una vez más, he vuelto a dejar que escuches mis aburridos y cutres monólogos en vez de mostrar(te) un mínimo de interés en escucharte. Y no es que no quiera saber de tí... pero tú siempre sabes (o no) formular las preguntas correctas. Y se desvía mi atención. Es como si pincharas un globo. Las palabras salen de mi boca y no las puedo parar. Y todo para quejarme o lloriquearte (ambas cosas se me dan de fábula, todos lo sabemos).
Siento no poder(te) aportar más. Siento estar pasando esta época justo ahora. Siento que antes fuera peor. Siento no haber podido ser yo misma. Y siento aparecer justo ahora a tratar de recuperar(te) el tiempo que perdí porque no te supe respetar, porque no te supe valorar, porque no supe dedicarte el tiempo que te merecías, todo por miedo a perder(te), a perder lo nuestro. Y todo para nada porque al final (te) perdí.
Y ahora trato de hacer lo que puedo, me estoy dando otra oportunidad, estoy tratando de conocerte, y estoy tratando de dedicar(te) parte de mi tiempo para reconstruir lo que tenía muy a medias. Ahora... que es tarde, que es algo injusto, que puede que me vaya, que puede....
Esto es algo grande para mi. Pero lo nuestro también fue grande, almenos para mi. Por eso tiene sentido que sea grande ahora.
Tú eres grande.
Yo todavía no, pero cuando me arreglen y reparen, también podría llegar a serlo.