Existen días, en los que estás en la cresta de la Ola. El Sol te ciega, pero una brisa fresca acaricia tu cara. Estás tan a gusto y de tan buen humor, que no prestas atención a nada más.
Esos días, son los mejores. Aprovéchalos mientras puedas, porque, aunque parezca imposible, nada te puede amargar. También te recomiendo, que ayudes a los que te pidan ayuda, que sonrías a la gente y procures hacerles felices. Porque tú lo eres, y ese es el primer paso para repartir felicidad y amabilidad.
Llegarán otros días: días ácidos, días grises, y otras veces serán días a secas. Pero siempre tendrás el recuerdo de los días felices, y eso es algo que nadie te podrá quitar. Dicho recuerdo, será lo que te ayude a superar malos momentos, porque -no lo dudes ni un instante- sabes que aún quedan muchos días felices por venir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario