Mientes, si dices "sí" me mientes, si dices "no" me mientes, y si callas.... también mientes.
Todo el mundo -sin excepción alguna- miente, todos tenemos secretos y ocultamos cosas. No por placer, ni por el qué dirán, ni siquiera por desconfianza...
Mentimos, porque en el fondo, queremos que haya algo que le sea oculto a la gente, o a una persona en particular. Queremos mantener una mínima privacidad y evitar entregarnos al 100% a las personas.
De ése modo, creemos que es más difícil que otra persona pueda hacernos daño. Por una parte, es lógico: si no nos conocen mucho, no saben por dónde atacar....
Pero por otra parte, eso favorece a que nos puedan hacer daño involuntariamente: si no te conozco bien, puedo decir/hacer algo que pueda ofenderte o dolerte, pero yo nunca he sabido que tú te lo podrías tomar mal.
En ese momento, te das cuenta de que todos los seres humanos somos tan asquerosamente iguales...
Parecen tan peligrosos.... pero lo único que tienen es miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario